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Alguien quiso escribir unas palabras para las palabras que quedan varadas en el viento de otoño/regalarles quizás otro vuelo, un vuelco o quizás otras palabras tristes/Alguien, quizás, las extraña porque se fueron/Otros, sin amor puro, las dejan volar lejos, y las olvidan/ Algunos, preferimos, tenerlas cerca, mirarlas y volver a recordarlas: ese es, tal vez, el amor que se le da a la palabra/ Y, aunque nosotros también alguna vez olvidemos, no siempre las dejamos ir/ Las mimamos hasta que se transforman de nuevo, en palabras memorables/ Somos una alienación que describe a los mundanos que sienten poco, como los raros (y siempre sabemos que los únicos raros somos nosotros) y, ciertas veces, los discriminamos por su falta de sensibilidad/ Siempre recuerdo cuando ame, porque la pureza del ser la vi en mi pupila: eso le gusta a las palabras/Les gusta que las amemos, que dependamos de ellas/Algunos pocos, sin ellas, no podríamos vivir.








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