
Como un ángel rompió la perpetua sintonía monótona que golpeaba mi vida.
Entro y llego para quedarse un ratito.
Me miro y sonrió. Tratando de no mostrar mucha vergüenza.
Sus ojos eran un brutalidad cósmica hecha para amarse y el sabia que el la iba a amar siempre...siempre mientras viva.
Lentamente le entregue mi corazón para que ella viva en él. Se lo doy porque se que con ella estaría seguro. Nos queremos mucho.
Una caricia, un abrazo y muchas voces con suave ternura. Estaba enamorado.
Y cada segundo que pasaba, no le creía su existencia y me perdía en sus ojos.
Estaba maravilladamente enamorado.
Y aun lo estoy.
"...Deseo que estés aquí..."
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