25 jun 2009


Mientras tanto, una perdida luciérnaga se hace pasar por estrella, transitando suave entre ramas de arboles castigadas por el otoño.

Creí ver una luz.

Una increíble ráfaga de recuerdos paso repetida en mi cabeza. Suave, tu sonrisa.

Extraños en la soledad oscura, acurrucados de poca paciencia tratamos de sonreír, mimados de momentos pasados. Ciertos y muy añorados.

Una mirada basto para quebrar el silencio y llorar.

Despiertos en el mejor sueño.

Enterrados en miseria absoluta, criados de la Luna.


Donde ya nunca existió el pasado.



















Mientras dormimos, hay un beso, una flor y un adiós.

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