27 nov 2007

Llegaste.
Observaste a la mayoría y sin emitir opiniones te sentaste.
Los aires entre todos son tensos como si lo observaran (y, aunque es así, todos lo disimulan muy bien).
Las posiciones cambian a medida que pasan las largas horas, donde ninguna pose sirve para pasar el tiempo; que por cierto va muy lento, como si tuviera algo delante de el, que le impide pasar.
Después de muchas poses, mil miradas y cientos de vacilaciones (todas sobre alguna persona) escuchas tu nombre.
Te paras y miras a todos con una sonrisa picara, como sobrando, porque de alguna forma sos el privilegiado.
Entras al consultorio.
El doctor dice 3 palabras, que de las cuales 2, son: "acostate ahí".
Te mira durante unos miseros 2 minutos y usa 1 más para escribir.
Salís.
No podes creer que estuviste 3 horas esperando para que te diga: Es solo angina, la próxima no vengas, tomate un ibuprofeno en casa!

1 comentario:

Anónimo dijo...

no hay nada peor que te pase eso...
=S


igual...
muy linda forma de expresar una cotidianeidad! =)



sos copado lucho...
besote amigo!