Hoy veo a mi amigo caer en el tiempo, preso del todo que lo rodea:
Todavía vive en sus lluvias.
Y me pregunto sí el tiempo nos aleja de verdad de las cosas.
Y cuanto podemos enfrentarnos a un olvido que no aparece.
Quizás estamos destinados a ser inmortales:
Cada uno cuenta su historia, y se vuelven infinitos.
Todo es ruleta. Pero nada es azaroso.
Tal vez, amigo, no debas olvidar.
Quizás ella sea tu eternidad y vos le sigas dando vida en cada lluvia.
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