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Aquella época, de rosas y cosas.
Caricias, juegos y letras.
El infinito en las pupilas que sabían hablar.
Mucho más que siempre.

Fui perdiendo la voz.
Encontrando miradas perdidas que creí caerían.
Mas volvían y venían distrayendo la audiencia.
Tiempos de color azul.

Ahora veo su vida normal.
Se que no esta.
Creo que debería volver atrás.
Perder sus manos,
Solo para nunca encontrarla.
Solo para nunca volver a buscarla.

A veces, extraño como su pelo se enredaba en mis manos.
Y la caricia de su mano derecha.
Su sonrisa.
Su perfume.
La forma que me miraba cuando le decía algo.
A ella.








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