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Es uno de esos momentos donde el sol te hace pestañar rápido porque los ojos se encandilan. Me distraigo con el rico aroma que le queda a la piel después de que esta expuesta al calor un buen rato. Me encanta.
Nuestras rodillas son un monte que contrasta con el celeste cielo que cubre nuestro pic-nic, mientras el pasto se llena de caricias y besos. Los mejores pensamientos, los más sinceros arrastran la brisa hasta quien sabe donde.
Y las hormigas caminan.
Cientos de luciernagas se forman solo de dia por el brillo del agua estancada de la laguna.
Me sorprende su belleza.
Un perro ladra.

Algunos textos y me ganas en un juego.
Leemos.
Aprendemos a expresarnos mientras las hojas de primavera nos miran y escuchan con atención: somos su paisaje.
Intentamos no querernos tanto como sentimos, como expresamos, como demostramos; tanto para no asustarnos, para no desentendernos.
Pero sabemos que somos juntos un conjunto completo, una idea, un pensamiento, un abrazo y algún beso perdido; un equipo, una palabra, un adiós, una imaginación, un viaje; cientos de miradas y roces perfectos; somos una charla y una caricia, una papa frita y una compañía; Dos arboles y la filosofía del barro; somos campo; somos sombras; somos perfectos revolucionarios y bohemios, raros; somos risa la mayoria del tiempo; somos lectura y música; somos caminatas; somos formas especiales de hacernos sentir especiales; somos nosotros.

Somos felices.











Libertad.