Tu perfume.
Invadió muy sutilmente cada espacio cuadrado de mi nariz, para alojarse privilegiadamente en mi memoria, haciendo una especie de catalogo de belleza, donde estaría el tuyo ante todos.
Mientras afuera llovía.
Se disfrazaba de espectro, tu perfume, y con una estela de suavidad lleno la sala pintada de amarillo, con una parte de vos que entraba y salia violentamente del cuadro que pintaban mis ojos en la estación primaveral (¿Donde esta la primavera?) en la que vivíamos desnudos, sin prejuicio.
La lluvia hacia un intento pobre por entrar.
Tu perfume incremento mis ganas de besarte, y sin basilar, tome el poco coraje que guardaba y entre éxtasis y excitacion, tome tu cara firmemente y nuestros labios volvieron a beber néctar sabroso de saliva humana, necesaria para sentirse vivo.
¿Lluvia, cual lluvia?
Tu perfume.
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