9 ago 2009

Una gota de transpiración cayó nuevamente por mi sien.
Mientras las luces apagaron y un estruendo fue finamente deleitado por mis oídos.
Y Mollo hacia otro solo, y mis poros se transformaron en piel de gallina (y no voy a hablar de la lágrima de emoción).
Entonces creí que el nunca acabaria por hacernos llorar o reír, gritar y saltar.
De verdad, nunca terminara de hacerlo.



Gracias Mollo, Gracias Divididos.











"Las trampas de tu amor, son angustia y soledad."

No hay comentarios.: