Por las paredes del vaso de plástico corrían suave las gotas creadas por el calor intenso del café.
Y si se quiere podría decir que en nuestros labios el aire se evaporaba a raíz del frió.
:- Te quiero. Le dije en voz muy baja.
Una sonrisa se dibujo en su cara...y rió en silencio. No dijo nada.
Un pensamiento verde en la mañana del día.
Sobre todo me acuerdo del frió y de ella, buscando refugio entre sus ropas holgadas. También me acuerdo de sus ojos tristes.
Charlamos de libertad y flores.
Desnudando rencores que nunca tuvimos y criticando la filosofía.
También reconociendo la lisergia de Bukowski.
Perdidos en la sombra de los edificios que despertaban con nosotros.
Inmersos en el pseudo-silencio del crepúsculo.
La Luna y dos estrellas aun se veían.
Y después de mucho rato...
:- Yo también. Dijo en voz muy chiquita. Tan chiquita como piojo.
Y me alegre mucho.
Quizás nunca estuve tan feliz.
"How many special people change?"
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