2 jun 2009

Otoño


Una bufanda de colores tiño el paisaje de otoño. El paso trascendente de una estación que a nadie le gusta, amada por mi.

Aun siento el frió después de haber llegado a casa y sentarme a pensar en mi día, frente a una estufa pequeña, cerca del cuarto. Aun el cerebro no suelta su forma fetal.

Mientras repaso en mi mente a esa señora que caminaba con tanto énfasis, de salto en salto, esquivando pequeñas baldosas sueltas, y llevando al perro en su corrida letal, que cansado ya estaba de haber ladrado a los transeúntes. Abrigada de tal forma, que solo se veían dos pequeños y celestes ojos, encerrados en la inmensidad del acogedor sobretodo.

A los ancianos que por alguna razón, siempre tienen una sola campera, que pareciera abastecerlos de tal manera en su búsqueda del calor, que no encestarán nada más. Y siempre de lona sus zapatillas, tapadas por el genial joggin gris.

Unos jóvenes de edad discutida, no siempre mayores que yo, sueltos y quizás, con sus pequeñas narices rojas de respirar tanto aire gélido, charlan sobre el año que esta pasando y sobre quien ganara en el campeonato de vídeo juego.


Y yo, me acuerdo de mi. Sentado con las rodillas apegadas al cuerpo, tan abrigado de mi mismo, que mi respiracion era cálida. Un ojo lloro, mientras el filo de la puntiaguda brisa me impactaba...Sentí que realmente lloraba. Y las piernas entumecieron y dejaron de sentirse. Mientras que mi pecho aclamaba otra dosis de caliente respiracion que saldría de entre mis palmas. Valorando lo importante que es detenerse a mirar el entorno, disfrutar de el como si fuera la ultima vez que seria parte de ese paisaje. El paisaje de esa hora, de ese día, de ese año y de ese lugar.


Donde mi lágrima seria inmortal.

2 comentarios:

Luna dijo...

TE AMOO!

Dibujo Con Luces dijo...

ESTUPIDA YO! POR NO TNER UN BLOG TGAN LINDO ( Y CONOCIDO!) EN MI LISTA!


PERDON u.u