25 mar 2009

No se si era el sonido del aire...del viento que paso por esos últimos días de Marzo, o tal vez fue lo que estaba cansado, o quizás la sombra de los sauces que recorren la laguna desde la orilla para perderse en los medanos...o el brillo del agua; eso que me susurro al oído tu nombre.
Esa tarde era un poco especial...las risas de mis compatriotas amigos, colegas y allegados era autentica, mientras que sus miradas, llenas de privilegiosa juventud. Pero no quiero centrarme en ellos...sino volver a tu nombre.
Y me hizo pensar.
Donde empezara lo que no terminara jamas. Donde terminara lo que no se cuando empezó. Siendo todo tan simple (como el amor mismo) me quede mirando el agua...(que ya ni brillo tenia) y me concentre en tu rostro.
Una risa me distrajo.
Di media vuelta y estabas ahí, mirándome...Mis ojos llenaron de lágrimas mi remera...La emoción fue inmensa.
Y no se si eso fue real, o no...Solo se que ahí estabas siendo tu tan distante, acariciándome el rostro con mucha ternura...Mientras a lo lejos, mis amigos tocaban una balada.

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